
Soledad en llamas
Por Rosa María Casas
Cuatro viejas amigas, Paloma, Montse, Zulema y Ursula, deciden abandonar la ciudad y vivir juntas en un rancho cercano a la aldea de San Nicolás. En Los Colorines pasan sus días ocupadas por las tareas domésticas y sus recuerdos: sus infancias y juventudes, sus hombres, sus padres, sus hijos, sus distintas formas de vivir... Van consumiéndose de forma ligera, son libres de sentir y hacer lo que quieren; ya sin las pasiones que las obsesionaron, vivirán en paz, e irán muriendo. La fórmula narrativa de "Soledad en llamas" atrapa al lector en los pasados y el presente de cuatro mujeres que vivieron intensamente y deciden compartir sus soledades rodeadas de sus amigas, ante quienes se muestran como son, ya sin las pasiones que construyeron sus vidas, por fin libres hasta de sí mismas. Los monólogos intercalados con la narración de la rutina en el rancho transmiten la simultaneidad de pensamientos y sentimientos: las protagonistas recuerdan y degustan un buen plato, cuentan y lloran, hablan y se ríen, recuerdan y suspiran. Esta novela corta cuenta con momentos intensos y ligeros, como las vidas, al ritmo de la memoria y los deseos. Presenta no sólo una nueva manera de abordar la vejez, de forma valiente y entre amigas, sino a la vejez misma como una etapa más en que uno puede ser libre pese al peso de los recuerdos y los achaques, una etapa en la que uno puede reinventarse y vivir.